Si no tienes un embudo de marketing, es hora de crearlo, este te ayudara a despegar tu negocio, web o blog hasta límites insospechados.
Si, lo sé, ya tienes tu embudo de marketing creado con tu newsletter, y esto es un primer paso, realmente es el primer paso para crear un embudo de marketing o de conversión altamente rentable.
Recapitulemos, ¿qué es exactamente un embudo de marketing?
Tabla de contenidos
Un embudo en marketing representa una idea en forma de gráfico, se trata de convertir visitas en potenciales en clientes de nuestros productos o servicios, ya sean estos nuestros o de terceros. En un embudo cabe todo, o casi todo, que iremos filtrando para conseguir exactamente los resultados que pretendemos en función de nuestras expectativas.
Este embudo es el más básico, se trata de convertir visitantes en posibles clientes o simplemente en visitantes recurrentes donde una y otra vez, con nuestros envíos de emails, les recordaremos que nos visiten.
Siguiente paso configurarlo automáticamente
Una vez tienes claro que es un embudo de marketing, es hora de configurarlo en automático para que funcione por sí mismo, de esta manera ahorras mucho trabajo y los beneficios son mayores.
La configuración de tu embudo dependerá de los resultados que te interese conseguir, es ahí donde entra realmente la configuración del embudo de conversión.
Si bien los primeros emails que enviamos pueden tratar de información gratuita relacionada con la promesa de la lista, poco a poco podemos ir perfeccionándola hasta llegar a un fin concreto.
De este modo estamos filtrando nuestro embudo solo para personas que realmente estén interesadas en nuestra propuesta hasta que finalmente consigamos la acción que nos interesa, por ejemplo, vender tal o cual producto.
La intención es lo que cuenta
Como en cualquier propuesta de marketing, la intención es necesaria e importante para poder crear un embudo de conversión altamente rentable. Las intenciones pueden variar en función de nuestros objetivos con dicho embudo, por ejemplo, solo queremos visitantes recurrentes, más prospectos, compradores…
Credibilidad y confianza
Cualquier estrategia de email marketing, para que funcione, debe cumplir unos mínimos requisitos, se trata de generar credibilidad para obtener la confianza necesaria, nadie te va a visitar si no confía en ti, nadie te va a comprar.
El primer paso es despertar la atención del prospecto, pensemos que este ya llego desde los buscadores o desde la publicidad de pago a tu blog, ¿y ahora qué?
Tu propuesta debe ser interesante para que llame la atención del visitante y le invite a suscribirse en tu lista, esto lo podemos conseguir con una propuesta done jugaremos con las palabras, las imágenes, los colores…
Despertar el interés es el siguiente paso que debemos tener en cuenta y lo podremos conseguir de varias maneras, la más común, ofrecer un “regalo” de un cierto valor.
Cuanto más valor ofrezcamos, mayor será el deseo de pertenecer o de suscribirse a nuestra lista, este debería ser el tercer paso para conseguir el prospecto, no nos olvidemos que sin este no tenemos nada.
Finalmente, si hemos conseguido llamar la atención, despertar el interés y generar un deseo, conseguimos que esta persona tome la acción de suscribirse y pase a formar parte de nuestro embudo de marketing o conversión.
La secuencia ideal
Siguiendo los mismos pasos anteriores, en nuestros envíos de email, debemos crear expectativa, lo primero de todo darnos a conocer, necesitamos generar un ambiente de confianza.
Esto lo podemos conseguir enviando información de valor, que realmente sirva de algo, que solucione algún problema, que ofrezca más que los demás.
Aun cuando no exista un patrón exacto para la secuencia ideal, es recomendable que los primeros emails solo contengan información útil, sin enlaces, tal vez solo aquellos que amplíen dicha información.
Pasados 3, 4, 5 envíos, podemos incorporar alguno de los productos o servicios que pretendemos ofrecer, de forma sutil, como si de una continuación se tratara o de una herramienta que complemente dicha información.
En cualquier caso, no debemos perder el enfoque del embudo, lo más importante de este es el prospecto y es por ello que, ante todo, debemos valorizarlo como merece. No olvidemos que, sin prospecto, no tenemos embudo de conversión.
Deja una respuesta